Este capítulo versa
sobre un joven estudiante que es llevado al hospital por convulsiones, lo que
House atribuye a tema de drogas, pero después terminan considerando que es por
razones de envenenamiento por algún pesticida, para lo cual comienzan a buscar
la causa. Cuando creen haberla encontrado, es ingresado otro joven del mismo
colegio con los mismos síntomas que el primer paciente y derrumba toda su
hipótesis.
En definitiva se descubre que el envenenamiento era producido por unos jeans contaminados con phosdrin que no fueron
lavados antes de usarse, y habían sido
comprados sólo por cinco dólares y eran vendidos por un hombre que trabajaba en
un campo de maíz y contaminó los pantalones al derramar pesticida en ellos.
En este capítulo
también hay una señora mayor (de 85 años) entre los pacientes de la clínica que
se siente contenta y emocionada por los hombres, lo cual termina siendo un
síntoma de una sífilis (a la que en su época llamaban "La enfermedad de
Cupido") mal curada. La señora le dice a House que prefiere mantener la
enfermedad y sentirse tan animada en vez de curarse y vivir algunos años más,
pero House le dice que aunque se cure no recuperará el daño cerebral que la
hace sentir tan contenta, por lo que está condenada a sentirse bien por el resto de su
vida.
Aunque House habla en este capítulo de que se trabaja mejor como doctor cuando se está desapegado o no se tiene interés por el paciente, él mismo se ve interesado mucho por la señora mencionada con la sífilis (más que el insufrible hijo de la señora) y también se interesa por el joven paciente envenenado a quien su madre se niega en varias oportunidades, por no confiar en el criterio de los doctores, a aprobar el tratamiento indicado, Dr. House hasta tiene que engañar a la madre del paciente para lograr la aprobación para la aplicación del tratamiento que salva la vida del joven.
Créditos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario